Miercoles 5 de febrero, nos reunimos como comunidad educativa para dar inicio a la Cuaresma, un tiempo de reflexión, penitencia y renovación espiritual. La imposición de cenizas nos recuerda nuestra fragilidad humana y la necesidad de arrepentimiento y conversión.
Las cenizas, símbolo de humildad y penitencia, nos invitan a un cambio profundo de corazón y a prepararnos para vivir el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
En este momento solemne, nos unimos en oración y agradecemos a Dios por la oportunidad de crecer en la fe y en el amor. Que este tiempo de Cuaresma nos inspire a ser mejores personas, a servir a los demás y a fortalecer nuestra comunidad.
Agradecemos a todos los estudiantes y profesores por su participación en este acto significativo. Que la paz y la bendición de Dios estén siempre con nosotros.